El servicio de emergencias fue requerido para el auxilio. Al llegar, trataron de reanimar al hombre que minutos antes había recibido una descarga eléctrica cuando pintaba en el balcón de la casa, pero fue para nada.
El pintor, de 49 años, pintaba en el balcón del inmueble con la típica brocha atada a un palo y, por supuesto, en ningún momento dudó de acercarse, tocar o hasta plantearse el pintar los cables del color de la fachada, así sucedió que tocó los cables en tensión (esos que van por las fachadas, recubiertos de goma negra) y la descarga que lo dejó muerto tal vez en el acto por paro cardíaco (algo habitual en más de la mitad de estos casos de descargas eléctricas sufridas al contacto con estos cables).
El cadáver fue bajado de la segunda planta y avisada a la familia que lamentará su muerte y que estuviera realizando ese trabajo sin cumplir los requisitos para evitar su muerte.